“La Alabanza”
“La Alabanza”
Ella piensa que soy diferente a todos los hombres, y por eso, siempre alaba mis acciones. ¿Seguirá su alabanza cuando ella se dé cuenta de que traicione a muchos corazones?
Ella piensa que soy diferente a todos los hombres, y por eso, siempre alaba mis acciones. ¿Seguirá su alabanza cuando ella se dé cuenta de que traicione a muchos corazones?
En menos de dos horas, sera mi cumpleaños. A todos los que me preguntan cuantos, con la inocencia de un niño, les contesto, “ya perdí la cuenta, pero que son mas de cincuenta.” No recuerdo en que primavera, decidí vivir una vida llena de paz, y en una forma muy lenta.
Quizás algunos de ustedes se pregunten, ¿por qué habla de lentitud? Los que en verdad me conocen, saben que vivo una vida de gratitud, y que no le pongo atención a las criticas de la multitud. Hacer lo contrario, seria poner en riesgo mi salud.
Por cumplir años, algunos parecen llevar prisa. No disfrutan el momento, y parecen olvidar, el poder de su alegre sonrisa. Muchos se enfocan en ganar dinero, y se olvidan de lo primero. Siempre buscan mas y mas, y temen el tener que comenzar desde zero.
Ya solo faltan setenta y cuatro minutos para mi cumpleaños. Es difícil creer que son mas de cincuenta. A todos los que me pregunten cuantos, con mi corazón joven, y la inocencia de un niño, les dire, “ya perdí la cuenta.”
De nombre, ese hombre lleva Antonio Mendoza! Si, el que se apodo“Tony Montana.” Aquel hombre que a hecharle ganas y meterle huevo a la vida, nadie le gana. Si, su nombre es Antonio Mendoza. A su manera, y aun con sus dificultades y debilidades, su vida goza.
De ese hombre, nunca olvidare su nombre. Lo que el ha hecho por mi, no tiene medida. Le doy gracias a Dios por ponerlo en mi vida. Si, ese hombre se llama Antonio Mendoza. Se que por ayudarme, él haría cualquier cosa. Hoy se celebra el Día Del Padre, pero a él, nadie le regala una rosa.
Con sus virtudes y defectos, para muchos, su historia puede ser una inspiración. Para mi lo es, y lo sigue siendo. Él no pierde su energía ahogándose en sus penas, ni pierde su tiempo durmiendo. Ese hombre es un luchador, y es muy difícil que lo venza el dolor.
Hoy, en el Día Del Padre, con mis letras, a ese hombre le deseo que pronto, Dios le permita ver a su madre. Muchos de nosotros tenemos a nuestra madre de vecina o a solo unos cuantos kilómetros de distancia. Aun así, no la visitamos con frecuencia. Cuando ya es demasiado tarde, nos preguntamos, “¿Por qué no fui?” Es triste, pero nosotros hacemos la vida así.
Ese hombre es alguien especial para mi. Como puedo y a mi manera, yo le expreso mi agradecimiento por todo lo que él hace por mi. Hoy, en el Día Del Padre, decidí hacerlo con mis letras y compartirlo así.
Por mí vida pasada, todos me rechazaban, y muy pocos me aceptaban. Hoy, todo eso cambio, después que Jesucristo, en mi soledad me visitó. De mi vida pasada, él todo me contó. Sin decirlo, su casa me ofreció.
Jamas me imagine que este día llegaría. Llegue a pensar que con mi nuevo amor, jamas me casaría. Si, pensé que en mi corazón, nunca mas sentiría alegría. Cambie mi forma de ser, pues no soy la misma mujer. Intente buscar a Dios, pero me cerraban las puertas, por que nadie me creía.
Si, ayer Jesucristo estuvo aquí. De las puertas cerradas, él ya sabia. Me extendió una invitación, y me dijo que de eso, el se encargaría. Él comprendió mi confusion, y con solo una mirada, tocó mi corazón.
Si, ayer Jesucristo estuvo aquí. Gracias a él, de mi vida pasada, en mi corazón, ya no existe nada. De su lado, salí corriendo para su casa, pues sin que él me lo dijera, yo sabia que jamas me volverían a cerrar la entrada.
Perdona. Sí, hazlo ya, y verás como el rencor, tu ser abandona. ¿Acaso te gusta vivir cargando esos rencores tan pesados? Mas que nadie, sabes que esa es la barrera que te separa de tus seres amados.
No acojas la maldad, y liberate de todo rencor. No permitas que un simple rumor perturbe tu vida, y te cause dolor. No reprimas el amor que en tu corazón, puso nuestro creador. Especialmente cuando tus seres queridos mas necesitan de tu amor.
Perdona. Si, a ese hombre que rompió tu corazón en mil pedazos, perdónalo. A esa mujer que sin aviso alguno, a sus hijos abandono, perdónala. A tu vecina chismosa, que por llamar la atención diría cualquier cosa, perdónala.
Perdona. Sí, hazlo ya. Para darles el perdón, de ellos, no necesitas su participación. Perdonar te libera de pensamientos y sentimientos que te mantienen atado al pasado. Perdona. Ya es tiempo de soltar ese rencor tan pesado.
¿Acaso piensas que para perdonar a tu hermano, aún no estas preparado? ¿Si no lo perdonas hoy, cuándo? Anda, perdónalo. No esperes hasta que uno de ustedes este agonizando.
Platicando con me amor secreto, le di mi despedida. Con un poco de confusión, y después de una larga pausa, me pregunto, “¿Y qué voy a hacer sin ti?”
Deseando de poder ser todo en su vida, le conteste, “Lo mismo que has hecho hasta hoy, pues para ti, nada soy. De ti, no espero nada. Entiendo que sólo fui un nuevo recurso que a tu vida llego, de pasada.”
Mientras mi mujer me acaricia, yo pienso en ella. Mi mujer me brinda un amor incondicional, puro y sincero. Algo que yo no merezco, pues por otra mujer, de amor me muero.
Para morir tranquilo, es necesario una confesión. No existe la forma de hacerlo, sin dañar su corazón. Mi mujer es comprensiva, por lo cual se que entendería mi situación. No tengo el valor de confesarle la verdad. Prefiero llevar mi secreto a la tumba, y guardarlo para siempre en la eternidad.
Acaricio a mi mujer, porque en su rostro, la veo a ella. Recuerdo sus tiernos besos, al rozar su piel. Sus besos eran dulces. Tenían sabor a miel. Sí, esos besos que con dulzura, a la orilla del mar me daba.
Pienso en ella. Extraño su pelo, su sonrisa, y su mirada coqueta. Recuerdo que con solo una mirada, me embrujaron sus ojos hechizantes. De ella, extraño todo, aunque hoy se que solo fuimos amantes.
Pienso en ella. Sí, siempre pienso en ella.
Desde el día de tu partida, nuestro hogar se siente solo y frío. Desde esa fecha, dentro de mí, existe un gran vació. Te extraño tanto, pero gracias a la palabra de Dios, hoy me di cuenta que no debo honrarte con mi llanto.
Si, desde tu partida, un gran vació existe dentro de mi. Soy un pecador. En tu eterno descanso, espero me perdones, por el mal hijo que fui. He intentado llenar este vació con cosas materiales, y en lugares que tu frecuentabas. Nada de eso me ha brindado el amor ni el calor, que con tus palabras y abrazos me dabas.
Hoy Dios me ha revelado el por que en ocaciones, tu me regañabas. El vació sigue ahi. Si, aun esta dentro de mí. En mis intentos por llenarlo, hoy, la palabra de Dios descubrí. Gracias a Dios, finalmente entiendo que para tu encuentro con él, tu me preparabas.
Dios sabia el día exacto en que a su reino, él te llamaría. Quizás tu también ya lo presentías, y por eso, durmiendo sonreías. Si padre mio, dentro de mi, dejaste un gran vació. Te extraño tanto. Te prometo que desde ahora, te honraré con sonrisas, y no con mi llanto.
Agradecido con Dios, hoy me encuentro en lo mas profundo de este bosque. Lo que hoy preparo sobre las brasas, con mis manos y habilidades, yo mismo lo cacé.
Mi gratitud por este estilo de vida es infinita. La paz que siento en este lugar, nadie me la quita. Pocos me comprenden. Mi decision por abandonar la cuidad, y así buscar mi felicidad, en su momento, muchos criticaron. Ellos, por complacer a la gente, el son de otros, siempre bailaron.
Amo el lugar en el cual hoy me encuentro. Bailo al son de los pinos, y respiro su aire fresco. En ocaciones, a su lado, bajo la lluvia me siento. Al hacerlo, con letras, es imposible describir lo que siento. Gracias a Dios, sobre las brasas, hoy tengo mi alimento.
Yo no soy de los que bailan al son de otra gente. No, yo siempre he sido diferente. Si en caso te identificas con algo en este escrito, espero que sea lo suficiente para pensar cambiar tu vida, y así, abrir tu apetito. Si lo haces, te darás cuenta lo que verdaderamente es bonito.
Llevo muchos años, buscando mi sonrisa. ¿Acaso he vivido mi vida muy aprisa?No recuerdo donde ni cuando la perdí. ¿Seria el día en que lo conocí? Puede ser, pues a su lado, muchas sonrisas fingí.
Se me hace imposible creerlo. Lo seguro es que mi vida cambio, después de conocerlo. A su lado, los primeros años viví un vida alegre y sonriente. Mi vida cambio de repente, cuando un día, me desperté sin un diente. “Te pegue porque te amo,” es lo que él me decía. Como una tonta, yo se lo creía.
De niña, yo era muy alegre, y siempre sonreía. Hoy que me encuentro buscando mi sonrisa, quisiera volver a los tiempos cuando al lado de mi padre, yo crecía. Esos recuerdos me brindan felicidad, pero no me devuelven mi sonrisa. ¿Porque soy una mujer tan sumisa? ¿Acaso eso me enseñaron en misa?
Es muy fácil pensar, que deje de sonreír cuando por una caricia de amor, perdí mi diente. Por pensar esto, no culpo a la gente. Es doloroso recordar lo que a su lado he vivido. ¿Como fuera mi vida si nunca lo hubiera conocido? Solo Dios y yo sabemos lo que a su lado, he sufrido.
Él ya no se encuentra a mi lado, pues de él, Dios me ha liberado. Hay quienes me dicen que tengo muchas razones y bendiciones, por las cuales debo sonreír. Eso es cierto, no puedo mentir. Seguiré buscando mi sonrisa. Has que la encuentre, la tendré que fingir.