“Flor Marchitada”
Ayer, me enamoré de una flor. Estaba un poco marchitada, pero eso no disminuía su belleza y esplendor. Era tan hermosa, que pensé en cortarla, para llevársela a mi amor.
Lo pensé mejor, y me pregunté, “¿que culpa tiene la flor, de que le gusten las flores a mi amor?” No la corte. Sin tocarla, disfruté des sus hermosos colores, que adornan la naturaleza. La deje en su jardín, para que lo siga adornando con su belleza.
La belleza nos rodea. Sí, existe hasta en la cosa más fea. Si no logras ver la belleza de una flor marchitada, me temo que no podrás ver la belleza en nada.