“La Chupa Rosa”
Como pidiendo permiso para su nido establecer, alegremente, La Chupa Rosa rodeaba a mi madre. Confundida por su presencia y su compañía, mi madre, como cualquier otro día, su rutina seguía.
Días después, en frente de su casa, La Chupa Rosa su nido estableció. La compañía de mi madre cada día fue más frecuente y de repente creció. Dos pajaritos nacieron, y de La Chupa Rosa, madre hicieron.
Por las tardes, como buena madre, La Chupa Rosa a su nido atendía. Con su presencia y la de sus dos pajaritos, al hogar de mi madre, diariamente traía alegría.
Los días pasaron y se perdió cuenta del tiempo, el cual muchos no sabemos valorar. Con buen cuidado y buen alimento, los dos pajaritos un día se echaron a volar.
Mientras que me madre consideraba el nido remover, uno de los dos pajaritos de repente decidió volver. La razón es desconocida. Mi madre insiste que el pajarito no está preparado para volar solo, y así la vida enfrentar. Y de eso, ella está convencida.
Habiendo tanto árbol a nuestro alrededor, como mi madre, yo también me pregunto porque La Chupa Rosa escogió este lugar? Seria por atractivo, limpio y seguro? El cuidado que ella a sus dos pajaritos brindo, para todo ser humano, debe ser ejemplar.