“La Silla Blanca”
Bienvenido. Te estaba esperando. Se que estas un poco confundido, y por eso, te guarde un lugar especial. La silla blanca es para ti.
Desde aquí, su lugar y color, yo elegí. Toma asiento, y comparte la paz y el silencio junto a mi. Pocas personas sabrán que estuviste ahi. Cuando sientas el momento, acércate a mi. Nunca te lo dije, pero siempre supe lo que significaste para mi.
En solo unos minutos, tu coraje sera provocado. No te preocupes. Ignora esas conversaciones, y has sus palabras a un lado. Como ellos son, yo ya lo sabia. Se que tu también lo sabias, y por eso, yo nada te decía.
Tu lo notaste. Poco a poco, de esas personas me aleje. Nuevamente encontré la felicidad, al conocer a mi novia. Algunos, conmigo se enojaron, y para saludarme, jamas me llamaron.
Por cuestiones de amor y salud, desatendí mi negocio un poco. ¿Recuerdas cuando me decías que estaba loco? Se que lo recuerdas muy bien. En ocaciones, yo lo pensé también. Mas aun, en mis peores momentos mentales. Tu no estuviste presente, pero se que sabes cuales.
Después de darme la despedida final, regresaras a la silla blanca y te pondrás a escribir. Con tus letras, intentaras grabar todo lo que en nuestro silencio, te quise decir. No sera el momento para hacerlo, pues las palabras que provocaron tu coraje, te pueden confundir. Ese momento llegará, y solo tu sabras cuando. Quizás sea mañana, cuando mi cuerpo se este quemando.
Hacia mi eterno descanso, tu serás el que me de el ultimo empujón. Recuerda que yo mismo me apode “Mr. Smiles,” aunque muchos solo me recuerden como un viejo cabron.
A solas, yo disfrute de algunos de tus poemas, pues se que te gusta escribir. Por eso, mis últimos minutos en la tierra, contigo quise compartir. Recuerda siempre la silla blanca, donde intentaste escribir mi historia. Adios amigo. Seguiré disfrutando de tus escritos, aun después de que tu y yo nuevamente nos encontremos, pero en la gloria.