“Me Gustó”
En la última noche de octubre, clara y fresca, con precaución, compartí un momento agradable contigo. Mi cuerpo sentía frío. Ausente de mi abrigo, para brindarme calor, me regalaste un abrazo, y me gustó.
Sentir el calor de tu cuerpo me asusto. Pensando en tus caricias y sabrosos besos, te confieso, que me gusto. En tu presencia, yo me siento a gusto. En tu ausencia, extraño tus besos y la tranquilidad que tus palabras me hacen sentir. Deseando el momento en que nuevamente estemos juntos, pienso en lo que muchos afirman cuando dicen que el amor hace sufrir.
El no tratarte antes, en el momento, me brindó tranquilidad. Entre más tiempo pasa y disfrutando de tu amistad, me estoy dando cuenta de tu persona y tu gran sinceridad. Mi impenetrable barrera, de vez en cuando, su guardia debe bajar para poder enfrentar la vida y toda su realidad.
En solo pensar en rehacer mi vida, me asusto. El miedo de equivocarme, como la inmensa luna, es real y en mi ser existe. Lo que a tu lado sentí en aquella noche de octubre es indescriptible. Había precaución. Sentí miedo pero no me asusto. Al contrario, nuevamente te confieso, que me gustó.