“Mi Portada”
Mi portada, mis páginas, y mi espina, ya son viejas y agrietadas. Hace 25 años, días antes de su boda, con sus iniciales y una dedicatoria, para su futura esposa, el grabo mi portada.
En su luna de miel, bajo un cielo estrellado y tenuemente iluminado, a ella le contó de mi existencia. Me puso en sus manos, y le dijo, “Este regalo es para ti, pero sere yo, quien lo acaricie con frecuencia. Para abrirlo, tendras que tener paciencia.” Le prometio que muy pronto, le explicaría los detalles de mi existencia.
En cuestión de segundos, su emoción se convirtió en confusion. Aun así, a su espeso de solo unos días, le prometio tendría paciencia. Jamas se imagino que pasarían 25 años, antes de que mis letras, pudiesen ser acariciadas con sus ojos. Me he preguntado mil veces, “¿Cual sera su reacción, cuando lea los títulos rojos?”
Para aclarar su confusion, el le dijo, “Las reglas son simples. Puedes hacer con el lo que quieras, menos abrirlo o removerlo de mi escritorio. Lo podrás abrir el día de nuestro 25 aniversario.”
A traves de los años, para satisfacer su curiosidad, en ocaciones decoraba mi portada, con flores que parecen mariposas. En cada aniversario, me celebraba con un ramo de rosas hermosas. Su emoción era notable, y su paciencia admirable. Platicaba conmigo y varias veces me dijo, “Como me gustaría que tu hables.”
Hoy es el gran dia y ella cumplió su promesa. Frente a mi, lleva horas sentada. Al parecer, su emoción por abrirme, la tiene congelada. El se encuentra parado detrás de ella. La abraza ocasionalmente, pero no le dice nada. Yo, ansioso de que me tome en sus manos, claramente observo su mirada. En ella, veo que hoy mas que nunca, de el, se encuentra enamorada.