“Que Lastima”
El gran amor que mi humilde corazón te pudo ofrecer, tu nunca pudiste ver. Que lastima. Buscando oro, tu vida pasaste. Te enfocaste en lo material y el amor nunca encontraste. Que lastima.
Hombres buenos siempre te rodeaban. Humildemente, muchos de ellos, su amistad te brindaban. Algunos, con ser el amor de tu vida, cada noche soñaban. Regalos, flores y tarjetas, de ellos muchas veces recibiste. Por educación, estos regalos nunca rechazaste. Al llegar a casa, para que no te estorbaran, a la basura los tiraste. Que lastima.
Disfrazado de humildad, enterrado en lo más profundo de mi corazón, aun brilla el oro que tú siempre buscaste. Por su disfraz, en mi corazón, tu nunca escarbaste. Que lastima.
Contemplando tus decisiones y el camino que escogiste, hoy te encuentras sola y triste. Que lastima.