“Restauración”
Como la mayoría de personas, en la vida, he tenido momentos difíciles. En varias ocaciones, desastres naturales destruyeron mi hogar como poderosos misiles. Recuerdo muy bien la ocasión cuando inesperadamente enfrenté mi primera restauración.
Primero, fueron dos incendios. La perdida fue total, y la restauración fue lenta y parcial. Yo la considero completa por que mi esposa y yo estamos con salud, y siempre mantenemos nuestra fe en Dios.
La segunda, fue un fuerte terremoto. En solo segundos sacudió nuestra ciudad, y en las almas de todos mis paisanos, un malestar alboroto. Los daños fueron severos, y sus efectos son dolorosos y agitadores. ¿Volveré a sentir la paz que sentí minutos antes de estos temblores?
La tercera fue una inundación causada por fuertes tormentas. Por poco y me doy por vencido, pero nuestra fe en Dios nos sigue abriendo puertas. Ya he aprendido a vivir un día a la vez, y por eso te ofrezco un humilde consejo. Disfruta el momento. Para hacerlo, no esperes a que llegues a viejo. Nuevamente, la restauración fue lenta y parcial.
La cuarta y la mas difícil, no fue causada por la naturaleza. La causé yo por ser un imbécil, y por intentar de ahogar mis penas en la maldita cerveza. Nuestro hogar esta cien por ciento restaurado. Por mi infidelidad, nuestro matrimonio esta débil y muy dañado.
La estupidez del ser humano es grande, y nos hace crear problemas falsos en nuestra cabeza. Mi esposa es hermosa, y su paciencia y grandeza son inigualables. Estoy en la restauración mas importante de mi vida. Si no logro restaurar mi matrimonio, seré el único responsable.