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“Mi Destino”

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“Mi Destino”

No recuerdo la fecha, pero si el evento que cambio mi vida, cuando tomé un nuevo camino. Desde entonces, día tras día, con mis acciones, he ido formando mi propio destino. Nunca he temido a emprender un nuevo camino.

Por matar mis sueños, seria fácil acusarlo de ser un asesino. Seria injusto, pues la verdad es que hoy navego por un buen camino. Gracias a el, descubrí nuevas maneras de alimentar mi pasión, como a sus tierras, lo hace un campesino. Tengo salud, habilidad, talento y muchas ganas de formar mi propio destino.

Con fe y voluntad, siempre tomo acción cuando es necesario actuar. En este momento, mis acciones y decisiones me tienen exactamente donde debo estar. Aunque mi destino esta escrito, yo lo cambio a cada ratito.

Existen dos destinos. Uno es el destino presente. Si, el que estoy viviendo actualmente. El otro es el destino futuro, cual sera formado por futuras decisiones, tomadas por mi ser. No es mi costumbre decirlo, pero este poema, fue inspirado, por las palabras de una mujer.

Mi destino presente me tiene aqui. En mi destino futuro, quizás me encuentre viajando por el mundo, buscando nuevos horizontes, mientras disfruto de las caricias del viento, que nace en las playas, ríos y montes.

Si mi destino me lleva a cruzar mares y desiertos, emprenderé esos caminos con fe y convicción. Escuchare a mi corazón y llevare mis ojos bien abiertos. Platicare con las estrellas, buscando inspiración en ellas. Lo que me dicten, lo escribiré bajo la claridad de la luna. El tener salud para poder hacerlo, para mi, es una fortuna.

“Silla”

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“Silla”

Más que palabras, que por mi ser diariamente son recibidas y definitivamente más que una pastilla, lo que más necesito en este momento, es al alivio de una silla.

Aunque las intenciones de la gente son buenas y con sus palabras quieran aliviar mis penas, la verdad es que mi mente y mi cuerpo, llenos de sangre, acarreada por sus venas, necesitan más que palabras para poder descansar. “Eres fuerte y si te lo propones, todos tus sueños puedes alcanzar.” Esta frase me la dicen diariamente. Quizás por ser genérica y por ser evocada por mucha gente sin pensar, es algo que ya me canse de escuchar.

Al igual que mi cuerpo, con el tiempo, mis fuerzas se acaban. A través de los años, luchando por mis hijos y por sacarlos adelante, muchas veces los consolé, cuando a mi lado lloraban. Algunos de mi lado ya partieron, pues sus vidas están por comenzar. En silencio y sin fuerzas, por las noches, su niñez me pongo a recordar. En sus momentos felices, me brindaron mil sonrisas. Mientras que en los tiempos desafiantes, fui fuerte, les impuse disciplina aunque el dolor me hiciera llorar.

Disciplina y fortaleza son dos rasgos de mi ser. A esta etapa de mi vida, mis virtudes y defectos, creo ya supe comprender. Como las olas del mar, a mi vida, amistades vienen y van. Mientras que algunas se quedan, por razones variadas y muchas veces desconocidas, otras de mi vida se alejan. Algunas me ofrecen ayuda, deseando no tome acción. Mientras que a mi espalda, tristemente, me hacen traición.

Muchas veces me pregunto, “Será miedo o precaución?” Me han brindado una silla en más de una ocasión. Pero aún me sigo preguntando, “Si eso es lo que más deseó, porque no he tomado acción?”