Todos participamos en ella. “Deja la droga,” te dice tu angelito. “No le hagas caso a ese cabrón,” te dice tu diablito. Él pone la aguja, y el angelito la quita de tu pierna. La guerra es interna. Tu tienes al arma para ganarla. En ti, ni uno de ellos gobierna.
Es pequeña pero su poder es inmenso. No le gusta que la observes, pues te quiere controlar como si fueras inútil y menso.
A solo tres libras de peso, su físico es pequeño. Su potencia excede el de cualquier computadora. Así como te puede brindar amor, alegría, creatividad, y paz interna, entre muchas cosas más, también puede ser una maquina poderosa y destructora.
Pon atención a los momentos claves. Si, esos momentos cuando tu actitud o estado emocional cambie. Si procedes con tus planeadas acciones, en corazones inocentes, es posible que con tus palabras causes profundas lesiones. Sí, es pequeña y poderosa. Si no la controlas, es capaz de hacerte que hagas cualquier cosa.
El drama no es necesario en tu vida, y mucho menos en tu relación. Pon atención. No la busques, y no inventes esa traición. Utiliza tu sabiduría. Te reto a que tomes una pausa, y la observes algún día.
Si lo haces, te darás cuenta que aunque ella sea poderosa, tu controlas su poder, y nunca más de sus mentiras y estupideces te podrá convencer.
Tu mente te miente, pero tu corazón sabe bien lo que siente. El no quiere que lastimes tus venas. Crea to propia luz. No busques un rincón donde ahogarte en tus penas.
Si te das la oportunidad, tu valentía y fuerza de voluntad, te sacaran de esa falsa realidad. Si crees que sola no puedes tomar acción, busca ayuda. Tu problema tiene solución.
Entre mas tiempo pasa, mas lo siento. Mi corazón me avisa que de ti se quiere enamorar. Mi mente se agita. Se me pone en frente y a mi corazón le dice, “Ni lo intentes. Si lo haces, en el amor nuevamente vas a fracasar.”
La guerra entre mi corazón y mi mente, cada día es mas fuerte. Mi corazón insiste que sera fácil quererte. Mientras que mi mente, a mi ser le dice, “No le hagas caso. El no sabe lo que siente y mucho menos el lió en cual quiere meterte.”
De ti, mi corazón se quiere enamorar. Con mi mente, ya esta cansado de pelear. El es fuerte e inteligente. Sabe elegir sus batallas. Para quererte, el reserva su anergia. Sabe que ese tiempo llegara algún día.
Con el sabor de tus besos, el ya no quiere soñar. Los quiere sentir. Para probar de tus labios, el te quiere seducir. En ocaciones me pregunta, “¿Sus caricias, serán tiernas, dulces, o frías?” Mi mente lo interrumpe y le dice, “¡Por favor! Ya basta de estupideces. Sin mi, no se lo que arias.”
De ti, mi corazón se quiere enamorar. Del sonido de tu voz, el quiere disfrutar. En la lluvia, contigo quiere bailar. En los surcos de tu piel, su semillas de amor, el quiere plantar. El sabe que tu, mejor que nadie, con tus sabias manos, las podrás regar y cultivar.
Mi corazón se quiere enamorar. No de cualquier persona ni en cualquier lugar. Para declararte su amor, mi corazón te compra una flor. El sabe lo que quiere, pero mi mente, en sus planes siempre interfiere. El tiene una colección de flores. Por falta de agua y amor, a los tres días, cada una de ellas se muere.
Si, de ti, mi corazón se quiere enamorar.
Quisiera verbalmente poder expresar lo que siento en esto momento. Las palabras, en mi mente las tengo. De gritártelas en tu cara, me detengo. Conozco la razon, pero no la comprendo.
Hoy por la noche, para expresar lo que te quiero decir, me pondré a escribir. Mi carta, con mi sangre sera firmada. Te la dejare en el buró para que la encuentres en la madrugada.
Para ese entonces, yo ya estaré lejos. Si me buscas, quizás me encuentres en un callejón, si no muerta, herida y desangrada.
