“Su Voz”
“Su Voz”
Hoy escuché una voz que alegró mi corazón. Sin pedirlas, recibí noticias que me causaron decepción. Su sufrimiento me lastima. Si pudiera, le quitaría todas sus penas, y me las echaría encima.
Hoy escuché una voz que alegró mi corazón. Sin pedirlas, recibí noticias que me causaron decepción. Su sufrimiento me lastima. Si pudiera, le quitaría todas sus penas, y me las echaría encima.
Tu mente te miente, pero tu corazón sabe bien lo que siente. El no quiere que lastimes tus venas. Crea to propia luz. No busques un rincón donde ahogarte en tus penas.
Si te das la oportunidad, tu valentía y fuerza de voluntad, te sacaran de esa falsa realidad. Si crees que sola no puedes tomar acción, busca ayuda. Tu problema tiene solución.
Hoy, en estas humildes letras, les dejo un testimonio. Les confieso que soy un cobarde. Me dejo controlar por el alcohol y por ese vicio, perdí mi hogar y mande a mi esposa y a mis hijos al demonio.
¿Porque tomas?, la gente me pregunta. En ocasiones les contesto, “No sé” y en otras, “Porque me gusta!” Mi esposa me asegura que si sigo tomando, pronto encontrare la muerte. Pero a mí me vale madre! La muerte a mí no me asusta!
Cuando era solo un niño, de mis padres recibí poco amor y abrazos. Tristemente, de ellos, recuerdo más los madrazos. En mi soledad, yo mismo me pregunto si el alcohol es necesario para mis penas ahogar. Entre más tomo, mis pinches penas, dolor y sufrimiento hacen fiesta y en el alcohol, se ponen a nadar.
Comprendo que a mi cuerpo, el alcohol, le causa dolor. Mi alma y corazón están llenos de amor. Estoy deseoso de abrazar y besar a mis hijos diariamente. Al intentarlo, sin saber los motivos, me detengo de repente. ¿Sera que tengo miedo al rechazo o de recibir más amor del que puedo dar? Lo seguro es que mi botella de alcohol, ni en la tumba me puede rechazar.