“La Última Caída”
“La Última Caída “
Hoy fue un día triste. Sin intención alguna, de mi mano te caíste. Quizás esa fue tu forma de decirme, que ya me diste todo lo que pudiste.
Hoy fue un día triste. Sin intención alguna, de mi mano te caíste. Quizás esa fue tu forma de decirme, que ya me diste todo lo que pudiste.
¿Por que escribes tanto? Acaricias tu pluma y papel mas que a mi. Vivir así, ya no aguanto. Me marcho.
Mi novia, limpia y pura, diariamente me acompaña. Con su textura, en veces fría y siempre dura, acaricia mis dedos, y sin esfuerzo alguno, para decorar mis hojas con letras, me regala de su pintura.
Mi novia. Su cañón es negro. Sus adornos dorados y su pintura, mi preferida, es azul. Como dos enamorados en eterna armonía, juntos disfrutamos de mi trabajo, cual en veces es dulce y en ocasiones amargo, mi poesía.
Mi novia. En ocasiones, de ella me he separado. Su fidelidad es incuestionable, por lo cual nunca me he preocupado. En los momentos de su ausencia, mis dedos se sienten desnudos, pues siempre extrañan su presencia.
Aunque en su ausencia me encuentre rodeado de posibles reemplazos, también con adornos dorados y textura dura, la alegría y tranquilidad que ella me brinda al acariciar mis dedos es inigualable, por lo cual jamás será reemplazada con cualquier otra pintura.
Mi novia. Hasta que Dios quiera, siguiere apreciando su fieldad y decorando mis hojas con su pintura.
Mi novia.