“Prisioneros”
“Prisioneros”
Nuestra prisión es invisible. Lo más triste es que ni siquiera sabemos que somos prisioneros. Tu tienes la llave de tu prisión. Para salir de ella, frente a ti, tienes una gran razón.
Nuestra prisión es invisible. Lo más triste es que ni siquiera sabemos que somos prisioneros. Tu tienes la llave de tu prisión. Para salir de ella, frente a ti, tienes una gran razón.
Cuando éramos libres, la confianza, el respeto y el amor, sin esfuerzo alguno, en la intimidad, nos convertía en uno.
Cuando éramos libres, con mucha pasión, me confesabas tus locuras. Me susurrabas al oído que te hiciera mi prisionera. En secreto, deseabas que apagara el fuego ardiente de tu cuerpo, te besara con locura y que disfrutara de tu ser como si fueras una cualquiera.
Con tu mirada, fuerte y concentrada, me pedías que te hiciera mía. Con tus juegos, caricias y besos, erizabas mi humanidad mientras me pedías que te hiciera el amor con la misma pasión que juntos vivimos en el primer día.
Cuando éramos libres, yo era tuyo y tú eras mía. Te buscaba y me buscabas día tras día. Hoy, nuestros celulares y dispositivos electrónicos nos mantienen prisioneros.
Ya no compramos flores porque en ellos gastamos el dinero. Entumidos en nuestra prisión, hicimos a un lado la confianza, el respeto y el amor y en ocasiones buscamos un amor pasajero.
Amor prisionero.
Cuando eras libre, mientras cenábamos juntos, disfrutaba de tus historias, de tu paciencia, tu sonrisa y de tu agradable compañía. En aquel entonces, la jaula invisible en la cual hoy te encuentras, no existía. Sin darte cuenta, en la mesa, tu celular te mantiene prisionera y te molestas cuando a su pila se le termina la energía.
Cuando eras libre, usando nuestra imaginación, nos divertíamos bastante y sin necesidad de juguetes o de un simple balón. Si, la vida era más simple y divertida cuando eras dueña de tu libertad. Tristemente, en tu prisión, me haces a un lado mientras te pones contenta cuando en Facebook, un extraño te ofrece su amistad.
¿Mamá, recuerdas cuando eras libre? Yo sí. Te extraño mama.