“Cortando Rastrojo”
“Cortando Rastrojo”
¡Una experiencia inolvidable! Mientras él trabajaba, yo con mi cámara jugaba. Con su machete en mano y aun con fuerza, el rastrojo, el cortaba. En sus breves descansos, de lejos, yo lo observaba. De mi niñez, trabajando a su lado, yo me recordaba.
Al terminar su labor, mientras apilaba el rastrojo, la tierra el observaba con amor. En unas de sus breves pausas y después de entregarle un cansado suspiro al viento, con el compartí, lo que en ese momento sentí.
Conversamos y le conté cuando de niño, en una parcela de maíz, con él y mi tío, yo trabaje. Quizás pensando que yo era muy pequeño para eso recordar, me brindo una sonrisa y a su labor regreso, con un poco de prisa.
En su bolsa, guardaba una mazorca, que en esa mañana encontró. Días atrás, en su cosecha, de maíz, tres baldes lleno. Para ponerla en uno de ellos, el me la dio. La observe y note que ni un grano le faltaba. Se la pedí para mí, y con gusto, me dijo que me la regalaba.
En esa fresca mañana, en Yakima, Washington, de la presencia y compañía de mi abuelo, yo disfrute. El cortando el rastrojo con su machete, y yo buscando palabras para compartir mi experiencia con la gente.