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romantico

“Falto Una Flor”

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“Falto Una Flor”

En aquella tarde preciosa, falto una flor. Y por eso, hoy te traje una. Tu sonrisa, brillante como la luna, ilumino mi cara y me lente, como antes ninguna.

Gracias por compartir conmigo aquella tarde preciosa. Aunque te tuve cercas y a mi lado, te confieso que mi corazón sintió que tu mente y corazón, de mí se avían alejado.

Te comprendo, por lo cual creo entender tu situación y de antemano felicito al hombre que un día logre conquistar tu corazón.

“Entre Mas Te Miro”

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“Entre Mas Te Miro”

“Entre Mas Te Miro”

Entre más te miro, mas quiero mirarte. Tu presencia, da vida y razón a mis suspiros, mientras que mi corazón, palpita más fuerte.

Entre más te miro, mas quiero mirarte. Como hombre, dices que soy diferente. Mientras yo como tu amigo y por tener tu amistad, me considero un hombre, con mucha suerte.

Entre más te miro, mas quiero mirarte. Cuando sientas una dulce caricia en tu pelo, son mis suspiros, llevados a ti por el viento, pues por ti diariamente, se los regalo yo al cielo.

Al cerrar mis ojos, más te miro y más pienso en ti. Que te haga llegar mis suspiros, le pido yo al viento, y que tiernamente te acaricien, para que sientas el gran amor, que por ti yo siento.

Entre más te miro, mas quiero mirarte. Mi aliado es el viento, pues el, minuto a minuto, está a tu lado. Mientras yo, de ti lejos me encuentro, expresando con letras, lo que siento por dentro.

Entre más te miro, mas quiero mirarte.

“Deseo Mas”

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“Deseo Mas”

“Deseo Mas”

De tus besos, deseo más. De tus caricias, tiernas y dulces, deseo más. En aquella noche fresca, palabra tras palabra, se nos fue la noche.

Caricia tras caricia, sin darnos cuenta, ya casi amanecía. En esa joven mañana, mi corazón fiel, se dio valor, tome tu mano, y acaricie tu piel.

Bajo la luna clara, te di un beso y tiernamente acaricie tu cara. Al probar tus besos, con sabor a miel, Me volví adicto a ellos. Al besarte, mi adicción crecía, mientras miraba tus ojos, que aun cerrados, son coquetos y bellos.

En aquella noche, a la orilla del mar, mis labios, la luna, y el viento, acariciaban tu piel.

Mientras mi corazón, seguía deseando tus besos, con sabor a miel.