“Una Flor Para Mi Amor”
Hace cincuenta inviernos, en un día como este, fresco y claro, un 14 de Febrero, de mi querida esposa, yo me enamore.
Con su silencio, humildad y su hermosa personalidad, ella capto mi atención. Con su sonrisa y su mirada hechizante, hipnotizo mi corazón.
Del cupido, ayuda no ocupe. Mi amor por ella, sin dulces y regalos, antes, durante y después de nuestra humilde boda, yo siempre le demostré. Su anillo de bodas fue simple. Como su diamante, ella acepto mi labor.
Aunque nuestros inviernos fueron fríos, nuestro hogar, con su presencia y forma de amar, ella siempre llenaba de calor. Nunca espere un 14 de Febrero para decirle, “Te Quiero”.
Laborando en el campo, diario miraba su rostro en una flor. La cual, para llevarla a mi amada, cariñosamente cortaba. Con ese gesto, diariamente me amor por ella yo declaraba.
Hoy, no en el campo sino en mi jardín, en las flores aun veo su rostro. Cuando mi cansado cuerpo me lo permite, con cariño, una de ellas corto. Como si aún estuviera a mi lado, le obsequio la flor y nuevamente le declaro mi amor. Esto es lo que me mantiene vivo y me ayuda a no pensar que vivo solo en mi cuarto.