“Lagrimas Ausentes”

“Lagrimas Ausentes”

“Lagrimas Ausentes”

Recuerdo el momento exacto cuando de ti me enamore. En aquella tarde, fresca y lluviosa, perdidos entre la gente, la noche nos llego de repente. Cuando a tu la lado yo estaba, el tiempo parecía llevar prisa. Añoro esos momentos. Extraño todo de ti. Pero sobre todo, tu adorable sonrisa.

Recuerdo lo que sentía cada ves que de tu lado partía. En tu ausencia, para nuevamente estar contigo, a Dios le pedía un nuevo amanecer y con paciencia, esperaba el nuevo día. De tu casa, siempre salías con prisa cuando yo te recogía. Mirabas hacia atrás, como si alguien te perseguía.

Logro tras logro, siempre disfrazaste tu depresión y tu deseo de morir con felicidad y entusiasmo por vivir. Juntos, alcanzamos nuevas cimas. Aunque sufrimos tristezas dolorosas y disfrutamos de muchas alegrías, en tus ojos, nunca mire lagrimas.

De alegría, dolor y tristeza, en tu presencia, muchas veces llore. Al expresar mis sentimientos de ese manera, de mi te burlabas. “!Los hombres no lloran!”, en mi cara me gritabas.

Hoy que ya no estas en vida, tu padre me ha buscado. Como si yo fuera un sacerdote católico, su pecado ha confesado. Al fin logre entender el porque no llorabas. Hoy finalmente se lo que con tus gritos ocultabas. Me hubiera gustado poder ayudarte, cuando en mi cara me gritabas.

Lo que mi corazón sentía en esos momentos era algo inexplicable. Se que no es correcto, pero por no haberte protegido, me siento culpable. Cuando pienso en la venganza, desde el cielo calmas mis angustias con tu sonrisa adorable. Hoy mas que nunca, te amo.